El alcalde de Maracay, Pedro Bastidas
y el gobernador de Vargas, General García Carneiro entregan el trofeo de
triunfador a “El Califa”, quien se encontraba en la enfermería, recibiéndolo su
mozo de espadas Leonardo de la
Vega.
Jesús
Ramírez “El Tato”/Fotos Gladis Castillo. Tarde para el recuerdo
la de este domingo 3 de febrero en la maestranza de Maracay, gracias a un gran
encierro de la ganadería “Los Ramírez”, embistiendo con nobleza y bravura. Seis faenas musicalizadas, dos orejas a las
manos de Leonardo Benítez cortadas a ley, y otras simbólicas para “El Califa de
Aragua”. Otras orejas se fueron intactas
al destazadero por tardíos efectos con la espada ante una plaza que lucía tres
cuartos de aforo largos. Buena
organización de la joven empresa Disafora, que supo imponer los mecanismos para
ahuyentar a la tradicional manga del coso de la 19 de abril obligándolos a
retratarse en taquilla.
BENITEZ
EN MAESTRO.
Veinte años de matador, le brindan una
solvencia profesional al espada caraqueño que puede con todos los toros
imponiendo su maestría y conocimientos.
Vino a la maestranza con ganas, deseos e ilusión de novillero, con
afarolados de rodillas, verónicas marcando el trazo, pares de banderillas en su
sitio, dejándose llegar el astado, y luego corriendo la mano con donosura y
temple.
Fue de lujo su faena al astado inicial
que brindó al público, prodigándose en larga faena sobre ambas manos en los
medios, plenos de temple y dominio.
Tandas de seis derechazos, luego seis naturales y el de pecho largísimo
bajo acordes musicales, molinetes, de pecho, para despachar de estocada que no
surtió efectos inmediatos descabellando dos veces. En el tercero invitó a “El
Califa” a banderillear compartiendo las ovaciones. Brindó el astado a “Morenito de Maracay” para
hacer sonar la música en armoniosa labor de temple y quietud, haciendo destacar
el buen pitón derecho con el cual estuvo a placer, con aplomo y torerismo para
matar de fulminante estocada que hizo aflorar los moqueros en petición de
orejas que concedió usía, para recorrer Benítez el albero en medio de ovación
sonora. De orejas también fue su tercer
oponente que toreó con gusto con ambas manos en medio del pasodoble. Otra labor hilvanada y de maestría pero el
espadazo no surtió el efecto esperado por lo que perdió la opción orejeril que
tenía ganada por su tesón y artística labor.
Vaya orejas que se le fueron al valeroso diestro caraqueño que estuvo
digno y en maestro, a pesar que hizo el paseíllo con 40 grados de fiebre, con
antibióticos y mermadas facultades, y sin embargo con coraje y profesionalismo
supo asumir el compromiso y triunfar a cabalidad.
“EL
CALIFA” AHORA SI INDULTO.
Tiene el diestro aragueño el calor del
público en su tierra que le apoya todo.
El espigado espada es un remolino de emoción y ganas que llega pronto a
los graderíos. Pareciera que los aficionados querían identificarse pronto con
un torero y lo han conseguido. Ha toreado con desparpajo a la verónica y en
algunos toros con desigualdad en banderillas.
Con la muleta ha conseguido toros verdaderamente extraordinarios que le
han permitido ratificar el triunfo obtenido el pasado año en el ferial
josefino. Derechazos seguidos, los de
pecho, nueva tanda, para despachar de espadazo caído.
Pero en cuarto lugar salió “Buenacopa”,
si así como esos seres agradables para compartir y disfrutar vaso en mano. Este
además fue noble, bravo, número 194 de 445 kilos. De pelambre castaña como el
indultado acá el 20 de enero. “El
Califa” lo entendió desde un principio en buenas verónicas, buenos pares de
banderillas que compartió con Benítez para brindar al aficionado José Arias en
barrera. Larga labor en los medios que
inicio por derechazos rematados con el de pecho de pitón a rabo, trió de
naturales que obligan la música para seguir con la diestra en repetidas tandas
que hacen aflorar la petición de indulto.
Los derechazos seguían en los medios y “Buenacopa” embistiendo con son,
alegria y nobleza extrema. No pasó mucho
tiempo y el pañuelo del indulto de Luis Castellanos asomó el balcón de usía,
regresando el astado a los corrales y recorriendo luego el albero el diestro
aragueño emocionado, con las dos orejas simbólicas. El último de la tarde que brindó al general
García Carneiro, fue otra labor de acompañamiento musical a base de derechazos,
naturales, de pecho, pero la espada le volvió a traicionar y todo quedó en
ovación.
TIPS
DE LA CORRIDA
**** Bonito preámbulo del festejo con
la pareja de baile de Juan Carlos Granda y Maryon Emperatriz Silva y el grupo
de danzas Primavera.
*****Extraordinaria interpretación del
himno nacional desde la arena, de manera impecable por un ensamble de coristas
aragueños dirigidos por el profesior Manuel Marín.
****Lucieron una vez mas en la brega
Eliécer Paredes y José Linares “El Jhony” y en la vara Luis Quintana.
***** Buen trabajo de organización de
la empresa Disafora haciendo respetar las puertas y respetando a los que se
retrataron en taquilla.
****”El Califa” fue atendido en la
enfermería de la plaza al finalizar la corrida, de una herida en un dedo de la
mano derecha.
****** El trofeo destinado por el alcalde Pedro Bastidas para el
triunfador de la tarde, fue otorgado a “El Califa de Aragua”.
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