viernes, febrero 08, 2013

El Cordobés y Padilla acompañaron por la puerta grande a un Orellana inmenso




Siete orejas se cortaron  en la apertura del Carnaval Taurino de América. Dos por parte de El Cordobés, otras dos de Juan José Padilla y dos más por el torero venezolano Rafael Orellana y la séptima para el rejoneador José Luis Rodríguez   

Por: Freddy Ramírez y fotos Aníbal García Soteldo.  

Con tiempo agradable, tres cuartos del aforo, se abrió  el Carnaval Taurino de América, tarde en que se han corrido toros de la ganadería colombiana de Juan  Bernardo Caicedo, de buena presencia, con edad, arrobas y muchos pitones, toros que tuvieron variado juego. También se jugó un sobrero de la ganadería venezolana Santa Fe noble,  al que le cortaron las dos orejas; y uno de rejones manso.

Corrida llena de expectación por el cartel que se había conformado que a la postre resultó una corrida de variados matices y con  emoción de principio  a fin.

 Josè Luis con la primera oreja de la tarde.

Abrió el Rejoneador José Luis Rodríguez, quien se topó con un marrajo manso de la ganadería Santa Fe, donde el rejoneador tuvo que sacar todos los recursos posibles para poder agradar. José Luis ha estado acertado en todas las suertes, despachando con prontitud para cortar la primera oreja de la tarde.

 El Cordobès con el buen toro cuarto de la tarde.

En línea ordinaria Manuel Díaz “El Cordobés” ha estado en dos facetas, una derrochando voluntad a más no poder con el  toro primero de la corrida, que no dio opciones al lucimiento. El Cordobés fue breve escuchando  leves  palmas, esperò  la salida del cuarto de la tarde, donde “estuvo superior, en una faena sobre ambas manos, donde el temple y ligazón se hicieron presentes, la emoción máxima llegó a los tendidos con el famoso salto de la rana, espadazo de pronta muerte le hizo acreedor a las dos orejas, asegurando así la salida a hombros.

Juan Josè Padilla en un buen momento.


En segundo término salió Juan José Padilla quien tuvo que poner corazón con tal de agradar,  su lote fue el menos potable de la corrida, alegre y bullanguero en su primero, donde su labor fue silenciada. En el quinto Padilla estuvo mejor, a pesar que el toro poco ayudó, labor de pases aislados sin ligar faena, trasteo efectista de poco o escaso toreo por bajo. El toro tampoco se prestaba para hacer el toreo fundamental, le pasaportó  de certera ración para cortar dos orejas que le valió también la salida a hombros. 


 Circulares interminables los que instrumentò Rafa  Orellana.


En tercer lugar vino el toreo caro y de altísimos quilates, del venezolano Rafael Orellana, al bordar emocionantes y escalofriantes faenas. En el tercero, que llevó el nombre de Abejorro, de 457 kilos de peso, signado con el número 387, gran toro de impresionante trapío, con pitones y de gran bondad, se lesionó de una pezuña por lo que fue cambiado para que saliera “Bailador”, de la ganadería Santa Fe, buen toro al que Orellana le instrumentó monumental faena en los medios  de la plaza, donde el temple y el toreo hondo de sentimiento prevaleció, Orellana  buscó las cercanías -que es donde el torero se siente a gusto- arrimón de órdago, pases  en redondo, donde el público se paró de sus  asientos y al grito de Venezuela, Venezuela, el torero venezolano entró a matar dejando una ración entera un tanto atravesada que le valió las dos primeras orejas.de la corrida.

El sexto fue otro torazo de muchos pitones, con edad y arrobas, donde Orellana  volvió a estar arrollador, en otra faena corta pero intensa en emoción. Acá en este Orellana volvió con su arrimón de escalofrío, pasándose el toro a milímetros de la taleguilla, al pinchar en par de ocasiones el venezolano  perdió al menos una oreja.

Daniel Luque invitado de Radio Activa comentando la actuaciòn de Rafael Orellana. 

Al final, con la noche tendida sobre la Monumental Román Eduardo Sandia de Mérida, los tres torreros salían a hombros de la plaza.

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