jueves, julio 24, 2014

CON SU RENUNCIA. El Tendido y la fiesta han recuperado al Dr. Cesar Urdaneta



CIUDADANO:
PRESIDENTE Y DEMÁS MIEMBROS CONCEJO MUNICIPAL DEL MUNICIPIO SAN CRISTOBAL DEL ESTADO TACHIRA.
SU DESPACHO.-


Yo, Cesar Enrique Rodríguez Urdaneta, venezolano, mayor de edad, casado, abogado, titular de la cedula de identidad N° V- 8.071.105, actuando en este acto como miembro de la Comisión Taurina Municipal del Municipio San Cristóbal, acudo a Ustedes, con la venia de rigor, a los fines de presentar formal renuncia al cargo, en los términos siguientes:

Es mi decisión; la he tomado en medio de una impenetrable soledad, que es uno de los símbolos de grandeza de la Tauromaquia, como Arte, porque ella guarda todo el olvido del pasado, todo el encanto del presente y todo el misterio del porvenir. Estoy, pues, en una tarde que no tiene poniente, sin fastuosidad, sin las suntuosas decoraciones mentales de quienes intentan convertir la Fiesta Brava en sitial para el culto, sin entender que el culto envilece, porque empequeñece el alma y golpea la dignidad del hombre.

Entendí, que el Palco de Usía, era oportunidad para retribuir a la Fiesta Brava, parte de todo cuanto me ha prodigado en sueños e ilusiones, por ello, antes de prostituir lo que de divino tiene ese drama de la vida y la muerte, que son las corridas de toros, hago honor a que sólo una cosa es necesaria en esta fiesta, estese arriba o en el ruedo: Poseer a Dios.

Ungido de ello opto por no luchar contra imposibles, cohonestar con ese estatus, como Miembro de Usía, como hasta ahora, me haría responsable en ejecutorias que mi dignidad no acepta ni merece; para ello me he llenado de luz, en un momento de sombras para la fiesta de los toros; grave porque sucede algo que jamás debe suceder en ninguna plaza de toros: mezclar la Tauromaquia con la política, en esa asociación, siempre saldrá perdiendo la Fiesta Brava.

La irrevocabilidad de mi acto, está en mi sentir. He vivido esta fiesta en todas sus facetas, como torero, como aficionado y como autoridad, entonces sé que me voy con Dios, quedarme sería ofenderlo y no me perdonaría que fuese cultivador de mi propio fracaso. Mi ida no originará un sismo taurino, sobre todo, ahora, cuando todos se creen doctos en tauromaquia y fundamentan su sapiencia en el dinero y porque ven muchas corridas; por el contrario, he vivido esta fiesta para quererla y la ofendería si no soy fiel a ella, respetándola como Arte. Desde el fondo de este retiro, me creo lleno de un placer enorme, los toros me enseñaron que los triunfos del talento, son los únicos triunfos que oso aplaudir, son los que tienen el privilegio de regocijar mi corazón.

El hasta luego lleva consigo el agradecimiento hacia quienes apreciaron en mí, capacidad de servicio, para engrandecer las corridas de toros; seguiré intentándolo en cualquier lugar que me depare esta Fiesta, como aficionado o como torero práctico, en ese raro misterio que son las corridas de toros.-

Hoy fue martes 22 de julio de 2014, la fecha sirve, para decir gracias y hasta luego.

Atentamente:
César Enrique Rodríguez Urdaneta
CI. V.  8.071.105

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