jueves, febrero 06, 2014

LA PLUMA. El toro de lidia en el campo bravo venezolano




A los recios criadores de mi tierra, artífices de un toro manejable.

Por: Jesús Araujo “Castoreño”

La inmensidad de la sabana y las quebradizas tierras andinas, unas, con mustios mogotes, morichales, charcas y tranqueros, otras, con tapiales arropados de musgos, pastos siempre verdes y clima chaquetero, son habitas para la cría y levante del Box Taurus Ibericus o toro de lidia, animales imponentes que no conocen de clemencia y saben para que tienen los pitones.

En Venezuela, la casta ha tenido renombre, eso si, gracias a hierros que le han dado prestigio a este difícil arte, pues ser ganadero de lidia no es improvisar con unas hectáreas para luego ponerse una gorra “chula” un tabaco y mucha presunción por delante.

Guayabita, distinguido lector fue rectora, pionera, casta para encastes, punta, sangre directa  y mucho mas, aun desaparecida, sigue siendo gloriosa, nivel que ayudo a esculpir Diamante Negro, Cesar Girón sin olvidar al mismo Manolete.

Fue raíz de muchas intentonas en la formación de vacadas, la torería de los años 60 probaron sus impetuosas embestidas y gracias a ellas, Venezuela fue tomando forma como país taurino en lo referente a lo bravo, vacada legendaria que “paseo” dehesas gracias a un andino apasionado como Gomez, quien, junto a sus hijos, vieron el “ligar “en la descendencia de aquel regalo de Belmonte para el Benemérito con vacas criollas de Banco Largo.

Sus vientres sirvieron para que la leyenda brava continuara, surgiendo entre pastizales la respetada Los Aranguez,toros agradables de cara seria, presencia de respeto y embestidas  manejables, trayendo al recuerdo a “caracolito” indultado por El Tovareño en su tierra, encuentro de seda en la muleta con inanez de lentitud en las acometidas.

Ahí   esta, esta brava vacada, larga y triunfal y hay están los Riera, orgullosos de su paciencia y dedicación convertida en divisa de admiración e historia

Otra con historia en su palmares es Campo Largo, divisa verdi grana con calidez Lusa que maneja Don Juan Campo Largo, toros de embestida recia a los que hay que poderles, de trapío llamativo, su nombre siempre aparece en los carteles de feria del país.

Santa Fe de los Otto Rodriguez, son toros agradables con chispas de alegría en el acometer a las telas toreras, para  recuerdo, pensemos en “cristalino” en manos de Antonio Ferrera en la importante feria del Sol en Merida, su nobleza le trajo gloria a la divisa,prestigioy nombre...

De la inclemencia solariega de la planicie llanera, donde los vuelos de garzas contrastan con el graznar de las bandadas de guacamayos y alharacas de loros, nos ubicamos bajo el cielo aun de los andes, abriendo el telón con los Molineros de Hugo, Rancho Grande, El Prado y La Consolacion,estas ultimas de Huguito y el apreciado “Morocho”.

Tienen estos   criadores en sus toros auténticos dijes,todo,gracias a la visión e inversión de Hugo Domingo cuando adquirió los tres indultados hace 25 años de Torrestrella,tiempo preciso para la definición y la pureza en el ligue.

Cuantas glorias las de estos toros, cuantos triunfos, cuantos titulares envidiables, indudablemente la mejor de Venezuela, la apetecida y exigida por las figuras, señera en el historial de la ganadería brava en los andes…para toda Venezuela.

Mérida es tierra de prados y paisajes de ensueño, su aire y su clima son perfectos para la cría del delicado toro de casta.

La desaparecida Carbonera tuvo prestigio fue respetada y temida, sus toros,serios,peludos,cenizos y con arboladura ,le dieron muchas satisfacciones a su  criador Don Fabio Grisolia, recordemos a “sonajero, pajarraco, tamarindo,  matajacas bambuquero y Jajicero en manos de Javier Rodriguez, todos de imponente trapío pero son en su embestida.

Los Ramírez fue el sueño palpable de un ganadero recio amante del dialogo taurino, el cual manejaba con mucho tecnicismo…Don Cheo Ramírez Cuevas.

Decía Cheo que la ganadería se llamaría Vero de Agua por el pasto de sus tierras, cosa que se virtio en Los Ramírez para personal alegría de los suyos, recordando a “buena copa” lidiado en San Cristóbal cuando salto a la arena de la ciudad señora, el primer encierro de este hierro, idoneidad de su hijo Ricardo,quien,con mucho tino, celo y pasión ha hecho de esta divisa, un hierro a escrutar dada la prontitud en el cite y la acometida en la embestida, toros para calibrar temples

La imponente Cruz de Hierro de Orlando Ehenagucia cría toros para matadores, de recia arboladura, testuz aleonado, carne en  sus lomos y mirada fría, calibra a aquellos hombres de luces entorchados en abrazo doctoral, son miles y miles de aficionados “toristas” que ovacionan la presencia en el ruedo de esta hermosura brava, cuyos pitones, parecieran herir el firmamento buscando en lontananza, el porque de su bravura…En una bendición divina, bañada de aguas y luz, pasta una divisa andina ,con el nombre de La Cruz.

Los Marañones del dialogante Andrés Miguel Velutini,son toros agradables de presencia bonita que cuando embisten descubren toreros fuera de sitio, cómodos pero con peso y edad, en el recuerdo están muchos toros laureados entre ellos “conquián” En manos de Juan José Girón que se mereció los honores del perdón, toros criados bajo el cielo azul de la campiña sureña Merideña, infaltables en los carteles de ferias en el país.

Otras benjaminas preparan sus pupilos en silencio para un futuro próximo, El Trébol de Augusto Rodriguez,Campo Pequeño de José Luis Rodríguez y Gabriel Manfredi…y si yo, hubiese tenido  pastos bravos, los hubiese llamado La Lucia con divisa café y nieve, pequeño homenaje a los criadores de chaqueta larga y aromado puro de mi tierra Venezolana…va por Uds. Castoreño en mano.

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